Por: Débora Fontánez Flecha, MSW
Crisis, de acuerdo con Cambridge Dictionary, es un momento de gran confusión, desacuerdo o sufrimiento. Pero cuando ese “momento” ocurre una y otra vez en un tiempo relativamente corto y no te permite levantarte cuando ya hay otro momento de crisis. Es como una crisis de nunca acabarse. ¿Cuánto podrá un ser humano aguantar? ¿Podrá superar la “crisis” o “levantarse” de ésta? Visualizo uno de esos juguetes inflables que cuando le das toca el suelo, pero vuelve y se levanta. ¿Cuándo se acabará?
Durante los últimos cinco años nuestra comunidad escolar ha sido “golpeada” por diversos frentes. He observado que crisis tras crisis, dificultad tras dificultad hemos peleado, nos hemos levantado. Algunas de estas situaciones no han sido provocadas pero otras sí. ¿Hasta cuándo podremos resistir sin salir lastimados? ¿Cuáles han sido las pérdidas? ¿Cuáles han sido las ganancias?
Cierta persona me comentó, “Wow, a tu escuela (comunidad escolar) ha pasado por muchas”. Lo cual provocó que afloraran todas estas interrogantes y hacer un análisis crítico de cada evento que nos ha tocado vivir.
Todxs estamos inmersos en esta crisis económica como resultado de las malas decisiones de otros, debido a nuestra situación colonial, debido a los “buitres” que aprovechando nuestra vulnerabilidad han tomado ventaja de nuestra nación. Crisis económica que han pretendido resolver sacrificando a lxs más vulnerables; la clase trabajadora, lxs pensionadxs, los servicios esenciales. Los servicios esenciales ofrecidos a personas que están sumida en la pobreza no porque quieren sino porque hay un “buitre” capitalista que depende que sean pobres para ellos ser ricos. Sacrificando la educación de una nación. Mientras menos conocimiento y menos saberes adquieran la ciudadanía menos poder, menos fuerza para levantarse y reclamar sus derechos. Derechos que le corresponden por ser ciudadanos de esta patria. El derecho a una educación que propenda al pleno desarrollo del ser humano, como lo establece nuestra constitución, se ve amenazada con los cierres de escuelas, con los vales educativos, con las escuelas públicas alianzas (escuelas chárters) y con menos asignación de fondos cada año. Una crisis de no acabarse.
Luego con la visita del huracán María, se visibilizó la pobreza extrema que muchxs están sumidas. María develó nuestra vulnerabilidad, pero también develó que somos una nación resiliente. Nuestro colonizador nos trató como “ciudadanos” de tercera clase, ignorantes y corruptos, incapaces de resolver sus propios problemas. A ellos les digo si fuéramos ignorantes no visitarían cada año nuestra nación en busca del recurso humano. “Corruptos” existen en todo lugar, personas con avaricia que solo piensan en su bienestar y no en el bienestar del colectivo. Vamos a identificarlos y no votaremos por ellos, sino lo sacamos como pueblo como lo hicimos aquel mes de julio del 2019. Hoy todavía vivimos a flor de piel los estragos de María, pero nos hemos levantado como el ave Fénix que aún de las cenizas resurge.
Ocurre el cierre de cientos de escuelas justificando sus cierres a la crisis económica y a la emigración de miles de puertorriqueños luego de huracán María. Cierres realizados de manera arbitraria sin la participación de las comunidades escolares, tomar en consideración la idiosincrasia y particularidades de cada comunidad escolar afectando a lxs más vulnerables, la población infanto-juvenil. Esto conllevó el hacinamiento en las escuelas receptoras. Proceso que se llevó a cabo de manera atropellada sin la asignación de fondos adicionales para el ofrecimiento de una educación de calidad y eficiente. Proceso que se realizó sin considerar el impacto emocional y social al cual estaría sometido nuestra población estudiantil. Población reubicada producto de un cierre escolar anterior, luego los efectos del huracán María y ahora esta nueva reubicación en un lapso de 2 a 3 años. Nuestro estudiantado no son mercancías que podemos reubicar a nuestro antojo o necesidad, son ciudadanos, son sujetos con derechos. Crisis de no acabarse.
Ya en el segundo semestre del 2019 la comunidad escolar recibe la amenaza de convertirla en Escuela Pública Alianza. Proceso que se da de manera arbitraria sin consulta a la comunidad escolar. La comunidad escolar está compuesta de ciudadanos con pleno derecho de una participación directa de todos los procesos que le afecte. Nuevamente nuestro estudiantado atraviesa por momentos de tensión, inseguridad y por la amarga experiencia que le quiten lo que apenas habían comenzado a adaptarse. La comunidad se levanta reclama y defiende su escuela pública. Y venció.
Durante ese verano del 2019, nuestra nación se levantó y reclamó respeto y repudió la corrupción, la injusticia y la inequidad. Lo cual con más determinación comenzamos el semestre escolar. En el segundo semestre nuestra tierra se estremeció. La educación recibe nuevamente un duro golpe. Muchas personas desplazadas, se visibilizó la frágil construcción de nuestras escuelas. Se reconoció que nuestras escuelas eran trampas mortales donde acudían cada día lxs más vulnerables, la población infanto-juvenil, a develar nuevos saberes. El segundo semestre comienza después de la fecha estipulada, un mes después. Tuvimos que comenzar compartiendo nuestro espacio físico con otra comunidad escolar (interlocking). Proceso realizado de manera arbitraria, sin consultar a todos los componentes de esas comunidades escolares incluyendo a los/as niños y niñas que se vería afectado/as de manera directa, nuevamente. ¿Cuánto más podrán aguantar?
Pasaron 5 semanas y nos enfrentamos a esta pandemia, COVOD-19. Han pasado más de 60 días de encierro, de distanciamiento físico. Confío que de esta nueva crisis podamos resurgir más fuertes y capaces de enfrentar y aguantar lo que venga. Espero que podamos despojarnos de esa mentalidad de colonizado que nos ata, que aniquila nuestra voluntad de que como nación podemos reclamar nuestro derecho a tomar nuestras propias decisiones y reclamar lo que nuestro pueblo necesita, porque es un derecho inalienable.
Pasaron 5 semanas y nos enfrentamos a esta pandemia, COVOD-19. Han pasado más de 60 días de encierro, de distanciamiento físico. Confío que de esta nueva crisis podamos resurgir más fuertes y capaces de enfrentar y aguantar lo que venga. Espero que podamos despojarnos de esa mentalidad de colonizado que nos ata, que aniquila nuestra voluntad de que como nación podemos reclamar nuestro derecho a tomar nuestras propias decisiones y reclamar lo que nuestro pueblo necesita, porque es un derecho inalienable.
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